NIÑOS CON GRANDES NOMBRES
Érase una vez, un grupo de niños que vivían en un barrio pobre a las afueras de la ciudad; cada día jugaban en un pequeño parque al salir del colegio, pues no tenían más que ese pequeño espacio donde poder hacer lo que más les gustaba, que era jugar; así pasaban sus días.
En una ocasión llegó un auto que se paró frente a ellos, del mismo se bajaron dos personas quienes acercándose a ellos se presentaron. «Hola, me llamo Daniel», » Y yo Ester». Ellos preguntaron a los niños por sus nombres; los niños respondieron tímidamente; uno de ellos dijo: mi nombre es Andrés, el otro Simón, el tercero Timoteo, el otro Bernabé y el último Pedro.
Daniel y Ester muy sorprendidos les dijeron que tenían nombres de grandes personajes, en repuesta los niños sonrieron. Timoteo les preguntó de dónde eran, a lo que contestaron: «De la ciudad». Y Daniel preguntó a los niños si conocían a Jesús, a lo cual replicaron que los únicos niños de barrio eran ellos.
Pedro preguntó: ¿Quién es Jesús? Entonces, Daniel y Ester les invitaron a sentarse y comenzó a narrarles…
«Jesús es el creador de todo y tiene mucho amor en su corazón por las personas». Pedro preguntó sin vacilación: ¿A dónde está y porque lo buscan aquí?, Daniel le responde: Porque Él nos dijo que viniéramos a hablar acerca de Él a las personas que no lo conocen: y ustedes están entre ellos.
¿Y cómo es Jesús? preguntó Simón con curiosidad; «Él es amor y sobre todo quiere mucho a los niños» respondió Daniel. ¿Y cómo sabemos que nos quiere a nosotros? dijo Bernabé. Sin titubear Daniel le aclara: «Es muy fácil, si ustedes obedecen a sus padres, ayudan a otras personas, si hablan bien, si no se pelean, oran con sus papás y los aman mucho; eso a Jesús le hace muy feliz, pues Él quiere tan solo darles amor, ese amor que tiene en su corazón por todos nosotros.
Autora: Rita Moreno